¿Qué es la huella de carbono?
La huella de carbono es un indicador de sostenibilidad ambiental que cuantifica la cantidad de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero que generan las actividades humanas. Este se expresa en toneladas de emisiones de CO2 liberadas a la atmósfera en un año:
Ton CO2/Año
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU, 2021), el promedio de la huella de carbono mundial es de 18,68 Ton CO2/Año y el de Colombia es de 7,04 Ton CO2/Año. En función a su origen, existen tres huellas de carbono: personal, empresarial y la de un producto.
Acá haremos énfasis en la primera de ellas por ser la que es más fácil de disminuir con tus acciones. Así pues, la huella de carbono personal es la que origina un individuo en sus actividades cotidianas. Esta puede ser resultado de acciones directas (encender la luz, bañarse, cocinar, entre otras) o indirectas (consumo de ciertos productos).
Por ejemplo, una alta ingesta de carne de res genera, indirectamente, una huella de carbono personal alta. Esto debido a que la ganadería produce significativas cantidades de gases de efecto invernadero.
¿Te animas a conocer cómo calcular tu huella de carbono?
Calcula tu huella de carbono y da el primer paso para comenzar a reducirla
Si piensas iniciar un plan para reducir tu huella de carbono, lo primero que necesitas saber es cuál es su valor actual y cuáles son los elementos que la afectan más. Para conocer este indicador, puedes utilizar alguna de las múltiples herramientas que existen en Internet para estos fines.
Sin embargo, te recomendamos la de la ONU, por el respaldo institucional que tiene. Esta herramienta toma como elementos para el cómputo aquellos que tienen más incidencia sobre la generación de los GEI. Es decir:
- El consumo energético en el hogar.
- Los hábitos para movilizarte de un sitio a otro. Especialmente el traslado aéreo.
- El estilo de vida, con énfasis en el consumo responsable y el manejo de los desechos.
Son estos mismos elementos los que te sugerimos que consideres para el siguiente paso.
Reduce la huella de carbono mediante pequeñas modificaciones en tus actividades diarias
Para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y tu huella de carbono, basta con cambiar pequeños hábitos en tu comportamiento. A continuación, resumimos los más relevantes:
Adopta hábitos de eficiencia energética
La eficiencia energética consiste en realizar las mismas actividades usando una menor cantidad de energía. Para lograrla, te aconsejamos seguir estas sencillas recomendaciones:
- Desconecta los aparatos eléctricos que no uses.
- Modera el uso de la calefacción y el aire acondicionado.
- Sustituye las bombillas incandescentes por lámparas de bajo consumo (LED).
- Tapa las ollas al cocinar.
- Utiliza la energía solar para secar la ropa siempre que sea posible.
- Compra electrodomésticos de bajo consumo energético.
Movilízate de manera sostenible
Si la distancia a donde necesitas movilizarte es relativamente corta, procura hacerlo a pie o en bicicleta. Y, en la medida de lo posible, usa el transporte público para movilizarte en distancias largas.
Apuesta por un consumo responsable y reduce tu huella de carbono
- Consume productos locales. Con esto disminuyes la producción de GEI, pues evitas el transporte desde lugares lejanos.
- Reduce, hasta donde te sea posible, el consumo de carne de res y de otros productos que durante su fabricación generen impactos ambientales considerables.
Maneja adecuadamente tus desechos
Aplica la cultura de las 3R (reducir, reusar y reciclar). Para ello:
- Antes de comprar algo pregúntate si es una necesidad real o es inducida por la publicidad.
- Alarga la vida útil de lo que compres y recicla todo lo que puedas.
- Evita el uso de bolsas plásticas y de envases no retornables.
- Si es posible, realiza el compostaje de los desechos de origen orgánico que generas en tu hogar.
Si aún quieres realizar algo adicional para reducir tus emisiones netas de gases de efecto invernadero, decídete a dar un tercer paso.
Compensa tu huella de carbono
La compensación es una acción que permite contrarrestar aquellas emisiones de gases de efecto invernadero que no has podido evitar. Una forma fácil, económica y amena de realizar esa compensación es a través de la plantación y el mantenimiento de árboles hasta que lleguen a su madurez.
En ese sentido, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, 2017) señala que un árbol maduro puede absorber hasta 150 kg de CO2 al año. Es decir, si tú plantas y mantienes dos árboles, puedes compensar las emisiones de GEI equivalentes a 0,3 Ton CO2/Año.
En resumen, reducir la huella de carbono que dejas a tu paso es sencillo y una buena oportunidad para transformar positivamente este aspecto de tu vida. Así que anímate y comienza hoy mismo.